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El Mercedes-Benz GLE Coupé sintetiza la presencia de un SUV con la agilidad y la
elegancia de un coupé. Es, sin duda, una fusión fascinante. Sus formas configuran un
trazo pleno de continuidad sugerente, un habitáculo largo y estilizado con el estan-
darte de una parrilla de fuerte protagonismo, y una zaga que se deja caer hasta su
límite posterior y que lo marca a fuego. Está esculpido en 4,9 metros de largo, una
medida algo más extensa que la del ML del cual deriva, y cuenta con dos metros de
ancho que superan por siete centímetros al clásico SUV. Es la vanguardia de un estilo
que rompe, pero que al mismo tiempo es tan Mercedes-Benz como siempre.
LA SENSUALIDAD PODEROSA
DE UNA NUEVA EXPRESIÓN
CONDUCCIÓN A LA MEDIDA
No importa que llueva y que el asfalto esté resbaladizo, o que de
pronto el cielo se despeje y las calles se sequen. Mercedes-Benz ha
desarrollado la tecnología para que sus dueños y ocupantes sean
capaces de escoger diversas funcionalidades, con el propósito de que
sus autos se adapten a cualquier condición.
Esto es posible gracias al control dinámico variable denominado DINA-
MIC SELECT, capaz de asignar diferentes características para cinco mo-
dos de conducción: INDIVIDUAL, CONFORT, RESBALADIZO, SPORT y
SPORT + (sólo en versión 450 AMG). Son muy simples de implementar,
ya que el conductor sólo debe seleccionar alguna de ellas a través de
un mando giratorio situado en la consola central.
En las versiones AMG, DYNAMIC SELECT no sólo modifica las “habili-
dades duras” del vehículo, como la dirección o el sistema de propul-
sión. También es posible experimentar el modo seleccionado a un
nivel emocional más intenso, como el sonido del motor, la información
que vemos en el panel de instrumentos y el comportamiento del siste-
ma de iluminación. Para tal fin, la naturaleza de las diversas pantallas
cambia de acuerdo con el modo seleccionado. Al mismo tiempo, la
función de luz activa de los faros LED responde más espontáneamente
a la manera y velocidad con que se conduce y el motor se involucra
con esos clásicos “disparos”, que han formado parte de la historia y de
la genéticas de las carreras de autos.
POR
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ALEXIS CARES
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DAIMLER