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UNA FORMA SOFISTICADA
PARA ALBERGAR VINOS Y GENTE
Alexander Vik es un economista de Har-
vard que inició su carrera como asesor de
inversiones en el hoy desaparecido banco
Lehman Brothers. Experimentado hombre
de negocios, junto con sus hermanos Erik y
Gustav, se ubicó en el año 2000 en el puesto
160 del ranking de Forbes de los más ricos
del mundo, con una fortuna familiar estimada
en 2.900 millones de dólares.
Entre sus gustos está el vino y en cierto
momento se le ocurrió que quería hacer el
mejor vino del sur del mundo. Así, hace una
década llegó a Chile -donde habia pasado su
luna de miel con su señora, Carrie- y comenzó
a buscar el terroir ideal para crear un vino
excepcional y a la vez construir una viña de
lujo y un hotel boutique. Les llevó dos años
encontrar la locación adecuada, situada en
el Valle de Millahue, donde compraron unas
4.000 hectáreas en la ladera norte de Apalta.
La apuesta en Millahue era arriesgada, por
lo abandonada que se encontraba la tierra,
pero un equipo de expertos realizó más de
6.000 pruebas al terreno y decidió que era
el óptimo. Hoy el desafío es llevar a cabo un
proyecto holístico, donde no sólo se haga “el
mejor vino”, sino que también se unan el arte
y el manejo sustentable del medioambiente.
Para edificar la bodega contrataron al arqui-
tecto chileno Smiljan Radic y, para el hotel,
al uruguayo Marcelo Daglio. Aquí hay 22
habitaciones, con ventanas del piso al techo
y una vista deslumbrante del valle y de las
montañas. Cada una cuenta con un diseño
particular, con obras de arte de alto nivel.
Encantadores espacios comunes se conectan
con los jardines y la vista de la piscina, cuyo
espejo de agua hace eco con el lago que hay
en el paisaje.
HACIA AL VINO ÍCONO DE SUDAMÉRICA
La llegada a la bodega es impresionante, con
la vista de una gran construcción transparente
con un arco flotante, hecho en titanio dorado
e inspirado en las montañas y el viento.
En un total de 300 hectáreas plantadas, ro-
deados de majestuosas pequeñas montañas,
se ubican los viñedos distribuidos todos
en diferentes tipos de suelos y pendientes.
Se componen de variedades tintas como
Merlot, Carménère, Syrah, Cabernet Franc y
Cabernet Sauvignon.
En estas latitudes se cuenta con un micro-
clima único. En este contexo, las exigencias
para alcanzar la excelencia han sido varias.
Entre ellas, utilizar sólo luz natural en la bode-
ga y preocuparse de que las botellas generen
menos emisiones de CO2. Como a Vik no se
le escapa detalle y quiere que éste sea un
proyecto rentable, toda la uva que no utiliza
la vende a altos precios a empresas como
Montes y Concha y Toro.
Una vez adentro, la bodega es como una
galería de arte rodeada de la mejor maquinaria
y tecnología para la elaboración del único vino
de la bodega Vik Millahue. La degustación
para los turistas es una buena muestra de lo
que producen. Por otra parte, los profesionales
pueden degustar todos los componentes por
separado, como Merlot, Syrah, Cabernet Franc
y Cabernet Sauvignon, donde claramente se
puede apreciar la personalidad de cada uno de
los vinos que luego integrarán, en diferentes
proporciones, este vino ícono de Sudamérica.
VIÑA VIK MILLAHUE