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urante los tres últimos años, en
el transporte de carga por carre-
tera han sucedido hechos impor-
tantes. En la primera mitad de 2012, se
creó en Quinamávida la Confederación
Nacional del Transporte de Carga de
Chile (CNTC-CHILE), con la concurren-
cia de la mayoría de las regiones del país
y presencia de transportistas absoluta-
mente representativos de sus bases.
La formación de nuestra organización
y la generación de un crecimiento ex-
ponencial de la misma, han sido hechos
incontrarrestables y han generado ex-
pectativas gremiales muy importantes
en nuestros asociados, las que hemos
asumido con dedicación y mucha res-
ponsabilidad.
Hemos recorrido Chile un par de ve-
ces, pastoreando nuestras asociaciones
gremiales, y en cada oportunidad nos
hemos dado cuenta de que los transpor-
tistas necesitan botar años de frustra-
ción y confiar en dirigentes de verdad.
Existe una tremenda necesidad de sa-
berse interpretados, de que se acabe la
quema y robo de camiones, el robo de
combustible y largas horas de espera en
los puertos, o que se terminen las tarifas
abusivas, entre otros aspectos.
En este corto periodo de tres años de
transitar gremial, nos hemos topado con
muchas dificultades. Sin embargo, no se
comparan con las reformas que preten-
den establecer un cambio estructural en
la vida de los chilenos. Para conocer sus
alcances e impactos, nos hemos hecho
asesorar por economistas, tributaristas
y también reunido con muchos legisla-
dores de gobierno y de la oposición, tra-
tando de entender y hacernos escuchar.
El transporte de carga es el sector
productivo más expuesto frente a la de-
lincuencia y, particularmente, frente a la
violencia en las carreteras. Ya no se tra-
ta sólo de la quema de camiones en la
Araucanía; se da en las ciudades puerto,
donde roban la carga, el camión, el re-
molque y el contenedor.
La CNTC-CHILE se ha reunido for-
malmente con la autoridad para denun-
ciar estos hechos. Hemos tenido reunio-
nes de trabajo con la Fiscalía Nacional
y también con la Subsecretaria de Pre-
vención del Delito. Hemos entregado
información y documentación que res-
palda cada una de nuestras denuncias.
A la falta de conductores se ha suma-
do el temor por trabajar en esta activi-
dad, entendiendo que no existe carga
más valiosa que la vida. No es posible
ni entendible que existan hoy en el país
zonas en las que no impera el Estado
de Derecho y que están tipificadas más
bien como tierras sin ley.
Desde todas las tribunas hacemos
un llamado a las autoridades para que
presten atención a esta realidad, que
ocupen las herramientas legales y ha-
gan prevalecer el bien común. Necesi-
tamos que vuelva a imperar la seguri-
dad en las carreteras. Llevamos arriba
de nuestros camiones más del 90% de la
carga transportable del país, somos una
actividad productiva estratégica y con
un alto sentido del emprendimiento,
queremos que nuestra actividad crezca
a la par con el país y esto sólo se logrará
en la medida que nuestros camiones se
desplacen con seguridad.
Manifestamos hoy nuestra voluntad
y decisión de trabajar por los objetivos
planteados en esta columna. El trans-
porte de carga se merece condiciones
de trabajo que garanticen libertad para
emprender y seguridad para vivir.
Formada en 2012, CNTC-CHILE (Confederación
Nacional del Transporte de Carga de Chile) ha
interpretado la voz de los transportistas y colaborado
para que tengan mejores condiciones para funcionar.
TRESAÑOS INTENSOS
SERGIO PÉREZ JARA
Presidente CNTC-CHILE
COLUMNA