19
i siquiera hay que detenerse en
la tentación de los adjetivos,
que pueden ser tantos como
los caballos de fuerza que sa-
len desde su motor V8 biturbo de cuatro
litros: el AMG GT R es un auto de carrera
que representa un nuevo nivel de rendi-
miento de esta saga, que ya suma su tercer
integrante tras el AMGGT y el AMGGT S.
Si hay algo que ha enseñado la indus-
tria del automóvil desde sus orígenes, es
que no hay techo para mejorar, sea des-
de marcadas evoluciones hasta sutiles
cambios que perfeccionan aún más las
cumbres más altas en materia de fabri-
cación. Fue así como el 9 de septiembre
de 2014, la división Mercedes-AMG pidió
la palabra para comunicar el nacimiento
del AMG GT, un auto tan veloz que es ca-
paz de rodar hasta 304 km/hora, y a la que
sumó la versión GT S, que eleva esa velo-
cidad máxima a 310 km/hora.
¿Era todo? Ni pensarlo. El nuevo AMG
GT R empina tal registro hasta los 318 km/
hora. Las cifras de la evolución de su mo-
tor de 3.982 cc. son elocuentes: 585 CV, es
decir, 123 CV más que el AMG GT. ¿Hay al-
guna necesidad de tanto alarde cuando ya
ir a más 300 km/hora es una experiencia
arrolladora y para manos ultra expertas?
Se trata de demostrar cómo la ingenie-
ría detrás de este rango de automóviles,
puede trabajar modificaciones a un nivel
casi microscópico y tender un puente en-
tre la ciencia y la pasión, una pasarela por
donde Mercedes-Benz ha transitado más
rápido que todos…
RÁPIDO PERO SIN DESPEGUE…
Bastarán escasos segundos y metros
para entender que este AMG GT R es más
aplastante que su horma inicial. Mien-
tras el ejemplar que el mundo aplaudía
hace dos años en el Salón de París acelera
de 0 a 100 kilómetros por hora en cuatro
segundos clavados, éste lo hace en 3,6 se-
gundos. En el camino para conseguir ta-
les registros, la idea base suena sencilla:
bajar el coeficiente de succión del GT tras
recurrir a cambios en la aerodinámica y en
elementos de diseño de manera óptima.
Así, el perfil activo aerodinámico en la
parte delantera inferior del auto es com-
pletamente nuevo. Que nadie se agache
ni se acueste casi al nivel del suelo para
apreciarlo: es prácticamente invisible.
Consiste en un elemento muy ligero de
fibra de carbono, que evita el efecto Ven-
turi, el cual provoca que los automóviles
se eleven cuando van a alta velocidad.
Antiguamente, en la Fórmula 1 hubo ac-
cidentes debido a esa manera de “tomar
vuelo”. Para contrarrestarlo, el AMG ape-
la a este micro trabajo de alta ingeniería,
que fija el auto al piso en su parte delan-
tera, donde está el mentado componen-
te de fibra de carbono que hará que la
trompa del vehículo no se levante. ¿Qué
pasa una vez anulado este problema? En
las curvas y a muy alta velocidad, el auto
es más ágil y sencillo de controlar, man-
teniendo el balance entre la fuerza hacia
arriba y hacia abajo.
En este AMG GT R nos encontramos
con que la dureza de los amortiguadores
es controlada electrónicamente, siendo
factible elegir entre tres modos: Comfort,
que es el indicado para un traslado más
normal por vías públicas; Sport, ideal
para llevarlo con impronta deportiva por
carreteras o circuitos que no tengan un
asfalto perfectamente liso; y Sport Plus,
moldeado para conducir en circuitos con
un cemento plano y en buen estado. En
la suspensión posterior hay unos nuevos
acoplamientos rotulados que disminu-
yen los movimientos de caída y conver-
gencia de las ruedas. Además, la barra
estabilizadora trasera es más gruesa.
Otra innovación permite al conductor
ejercer aún más influencia en las caracte-
rísticas de manejo del AMG GT R. El nue-