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nunca había pensado en dedicarse al
negocio del transporte de pasajeros, un
rubro en el que trabajaba su papá, pero
al que ella no miraba con buenos ojos.
Pero la necesidad puede mover mon-
tañas y hacer cambiar las opiniones. A
mediados de los años noventa, el nego-
cio del padre de María Cristina presentó
fuertes problemas económicos, ante los
cuales ella y su marido decidieron reac-
cionar. Fue ahí cuando pagaron algunas
deudas, compraron cuatro buses usados
de fines de la década del setenta y co-
menzaron desde cero. María Cristina y
Carlos nunca habían estado en el rubro y
partieron solo con estos cuatro vehículos.
Eran tiempos con internet muy limi-
tado, sin Facebook ni redes sociales, por
lo que los negocios se empezaban y se
hacían cara a cara. “Yo iba mirando en
qué empresas los buses eran más viejos
que los nuestros o pertenecían a la lo-
comoción colectiva y a ellas les ofrecía
nuestros servicios”, relata la dueña de
Buses Oyanedel. “Al principio hacíamos
de todo, incluso pensamos en dedicarnos
al turismo”, cuenta. Por eso, la compañía
también atendía eventos masivos (como
fiestas o concentraciones organizadas
por municipios y el gobierno central) en
los cuales les pedían varios buses y ellos
los subcontrataban con terceros.
Pero un día una empresa de Lampa
los contrató para entregar un servicio
de buses de acercamiento para sus tra-
bajadores. Al tiempo se corrió la voz y
otras del sector también comenzaron a
requerir sus prestaciones. Fue así como,
con el transcurso de los meses, Bu-
ses Oyanedel se fue especializando en
atender entidades del sector norte de
Santiago (Lampa, Batuco, Huechuraba,
Quilicura, Colina), donde hoy se en-
cuentra el 90% de sus clientes. Esa espe-
cialización les ha permitido responder
rápidamente a cualquier requerimiento
que se produzca, ya que tiene siempre
vehículos circulando por esas comunas.
Pero María Cristina sabe que están muy
lejos de sentarse en los laureles, ya que
“todos los días pasas una prueba con los
servicios de las empresas”.
Al mismo tiempo, las leyes y regla-
mentaciones comenzaron a exigir flotas
cada vez más modernas. Fue por eso
que en 2005 por primera vez compró un
bus nuevo: un Mercedes-Benz OF 1721.
“Nuestros primeros buses siempre fue-
ron Mercedes-Benz y, a pesar de que
eran antiguos, tenían siempre la posi-
bilidad de conseguir repuestos. Y con
el bus nuevo nunca tuvimos problemas.
Vimos en la planta de Brasil, cuando la
visitamos, que los motores se chequean
al 100% y eso nos dio confianza”, relata
Carlos González.
“Hicimos una apuesta por los buses
Mercedes-Benz y nos salió bien. Kau-
fmann ha sido un socio estratégico y el
servicio ha sido excelente: es muy dili-
gente y consciente del trabajo que uno
tiene. Por ejemplo, hace algunos años,
nos ganamos un proyecto y nos avisa-
ron a última hora que nos habíamos
adjudicado la licitación, por lo que no
alcanzaban a estar listos los buses para
comenzar el día que había que partir.
En Kaufmann nos prestaron unos de-
mos hasta que se regularizó la situa-
ción. Fue una salvación”, rememora la
gerente comercial.
Hoy la compañía tiene una moderna
flota compuesta por 43 buses y minibu-
ses con capacidades para 11 pasajeros,
19 (Sprinter), 25 (Fuso Rosa), 31 (taxi
bus Mercedes-Benz) y 45 personas
(bus Mercedes-Benz), con unidades
que han sido fabricadas desde el año
2012 en adelante. Buses Oyanedel es
una empresa familiar de 60 personas
en la que todos juegan un rol: María
Cristina como gerente comercial, Car-
los como gerente de operaciones y los
hijos Sebastián y Cristóbal como ge-
rentes de logística y de abastecimiento,
respectivamente.
A pesar del éxito alcanzado en casi
dos décadas, la empresa ahora quiere
ir por más y, por eso, espera implemen-
tar un servicio con automóviles de lujo
que transporten a los ejecutivos de los
clientes con quienes trabajan. Además,
dado que los Fuso les han dado muy
buenos resultados, buscará adquirir
nuevas unidades en el corto plazo.
“La clave del éxito está en trabajar mucho.
A ello se le debe sumar la perseverancia
y no envanecerse cuando a uno le va bien.
Aparte, hay que dar un servicio en donde
se cumple lo que se promete, en el que tu
palabra sea lo más importante”.