Mercedes Benz Ed_67

“QUERÍAMOS QUE FUESE UNA MARCA ALEMANA, POR LA HISTORIA DE SIEMENS Y PORQUE SABEMOS QUE EN ALEMANIA HAY UN COMPROMISO CON LA PROTECCIÓN AMBIENTAL Y EL SEGUIMIENTO DE LA HUELLA DE CARBONO. MERCEDES-BENZ CUMPLÍA CON TODAS LAS EXPECTATIVAS QUE NOS HABÍAMOS PUESTO COMO EMPRESA”. Solo en Santiago Siemens tiene unos 50 vehículos, a los que se suma otro cen- tenar en las faenas mineras. “Habrá que ver si en estos casos, las condiciones de montaña permiten usar este tipo de tec- nologías”, afirma Flores. ¿Por qué compraron un autoMercedes-Benz? Nosotros preferimos Mercedes-Benz, porque llegamos a la conclusión de que era la marca que cumplía con los requi- sitos que nos habíamos propuesto: cali- dad, precio, plazo de entrega y compro- miso con el país. Hicimos una búsqueda en el mercado. Queríamos que fuese una marca alema- na, por la historia de Siemens y porque sabemos que en Alemania hay un com- promiso con la protección ambiental y el seguimiento de la huella de carbono. Y Mercedes-Benz cumplía con todas las expectativas que nos habíamos puesto como empresa. ¿En qué consistió la asesoría de Kaufmann? Fue una experiencia interesante, con un marcado compromiso de Kaufmann por apoyarnos. Yo viví muchos años en Alemania y conozco las tecnologías que se usan en la casa matriz de Siemens; allá es habitual el empleo de modelos como los Plug-in Hybrid. Tomando como base esa experiencia, pregunta- ba incisivamente sobre mis dudas y en Kaufmann me daban las respuestas adecuadas. Llegamos a un acuerdo y fi- jamos un plazo de entrega, que se cum- plió. Durante el proceso, Kaufmann me informaba regularmente en qué etapa se encontraban los autos, en relación a su fabricación, homologación, trans- porte y entrega. ¿Cómo ha sido la experiencia al utilizar el Benz C 350 e? Para mí es fascinante, porque cambia el estilo de conducción. Tomar concien- cia de por qué se compra un auto híbri- do o uno eléctrico, es darse cuenta de lo mal que uno condujo en el pasado. Porque al conducir en forma deportiva en una ciudad, se consume, además de los elementos vitales del auto, mucho combustible. Este auto y esta tecnolo- gía nos invitan a reformularnos cómo conducir. A frenar menos brusco y más a tiempo. A elevar la velocidad solo cuando se encuentran los espacios y, si no, tranquilizarse y aprovechar las energías de mejor manera. ¿Plantea alguna diferencia en el manejo con unmodelo tradicional? Son dos cosas distintas. Hay mucho menos ruido y uno disfruta de un andar mucho más tranquilo. ALBERTO FLORES Nacido en Buenos Aires, Argentina, hace 60 años, Alberto Flores ingresó a trabajar a Siemens a los 19 años como practicante. Se fue muy joven a estudiar y trabajar en Alemania en un formato de sistema de educación dual, gracias a una beca de tres años para adentrarse en tecnologías de fabricación. Al regresar, se recibió en Argen- tina de contador auditor. Estudió, además, sicología social, mientras compatibilizaba sus funciones en Siemens entre Argentina y Alemania. También fue responsable de acti- vidades de la empresa para España, Suiza y en los países de Europa del Este antes de la caída del Muro de Berlín. “Tengo una familia internacional. El único argentino soy yo. Tengo una hija alemana-chi- lena de 20 años, nacida en Chile y que está estudiando en Alemania todavía, y un hijo de 25 años que estudió en Alemania, Argentina y Chile. Mi señora es alemana”, detalla Flores, quien es un amante de la pesca con mosca y de la cual afirma: “Es una adicción”. Alberto Flores había vivido en nuestro país entre 1996 y 2006, ejerciendo el cargo de gerente de Economía y Finanzas. Es el mismo que lo llevó a Argentina en los siguiente 10 años y que ahora lo trajo de vuelta a Chile. “Cuando estuve acá anteriormente, era una empresa mucho más pequeña. Hoy tenemos un volumen 30 veces mayor”, apunta. ¿Cuánto ha cambiado el país entre su anterior experiencia viviendo acá y esta? Chile ha cambiado mucho y en el buen sentido. Tanto el país como la compañía -porque Siemens es proveedor de infraes- tructura y si progresa el país, también lo hacemos nosotros-, han tenido un creci- miento significativo, impulsado sobre todo por la minería y el buen precio del cobre en los últimos años, lo que ha fortalecido las inversiones de nuestros clientes. En consecuencia, nosotros tenemos más de mil colaboradores que están involucrados solo en la minería, trabajando en las faenas. Cuando yo me fui éramos unos 200 y ahora somos 1.500 en total. Ojalá que se retome la ola de inversiones necesaria para que nosotros podamos explayar todo lo que Siemens puede ofrecer.

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