Kaufmann Ed_67
17 Por la necesidad de contar con más sacerdotes, los religiosos solicitaron al rey que se permitiera la presencia de jesuitas de nacionalidad diferente a la española y así es como llegaron frailes procedentes de Baviera, Hungría yTran- silvania. Estos sacerdotes fueron los que durante el siglo XVIII dieron impulso a la construcción de iglesias más perdu- rables que sus antecesoras. Ellos apor- taron los diseños, inspirados en los tem- plos de sus países, y parte de las técnicas de construcción.A su vez, los carpinteros chilotes aportaron la mano de obra, los materiales y técnicas propias, muchas de las cuales estaban inspiradas en la construcción de embarcaciones. Clara- mente se ven en las naves de las iglesias que parecen barcos invertidos. Muchas de ellas eran pintadas en colores claros para alegrar los días de lluvia. Después de la expulsión de los jesuitas, en 1767, la labor misionera quedó a cargo de los franciscanos; sin embargo, la construc- ción de templos siguió manteniendo los modelos iniciales y se creó una tradición arquitectónica mantenida a lo largo de tres siglos. Interiormente son todas muy simi- lares. En muchas de ellas las columnas son de madera y están pintadas imitan- do el mármol. También en alguna parte está Jesús el Nazareno, cubierto con su manto violeta. Cuando los misioneros jesuitas lo trajeron, todas las iglesias querían tenerlo y se hizo una carrera de botes para ver quién se lo quedaba. Fi- nalmente se hicieron copias. Hasta el día de hoy la mayoría de estos templos no tienen curas párrocos y los sacerdotes llegan solo para momentos especiales del año. Se aceptó la cultura religiosa de los conquistadores, pero al mismo tiem- po se cree en los brujos. LOS MITOS DE CHILOÉ Los brujos, machis, chamanes o curan- deros como se les llama en esta parte del mundo, han estado siempre mezclados con la cultura católica. Esto es palpable en la arquitectura también. Si se mira con atención, muchas de las casas de madera tienen una puerta en la planta alta, pues se cree que por allí salían los brujos. Cuando los españoles arribaron a Chiloé, las islas estaban habitadas por chonos, cuncos y huilliches, entre otros, todos ellos con diferentes creencias reli- giosas. Eran, de algún modo, mapuches: gente de la tierra. Dependiendo del lugar donde se encontraban, era el nombre que se les daba. Si bien adoptaron el catolicismo, no dejaron atrás sus propias creencias y sus conocimientos vinculados al uso de las plantas como medicina. El miedo a ser acusados de brujería llevó a mantener ocultos estos saberes. De algún modo, muchos de estos brujos también tenían cierto poder. En 1880 se los llevó a juicio en el Juzgado de Ancud, por orden del Intendente de Chiloé. En esa ocasión, decenas de personas declararon perte- necer a una sociedad secreta llamada Recta Providencia, que trabajaba por encargo para dañar o curar a otras per- sonas y administraba justicia. Muchas veces pasaba que a alguien le robaban algo y eso era solucionado por el brujo. Algunos de ellos fueron encarcelados por su supuesta participación en delitos y luego se los liberó por no existir prue- bas materiales de los hechos. Cuando uno pregunta sobre estos te- mas, los locales nombran a algún curan- dero que conocen, pero no es algo que forme mucho parte de sus vidas. Y acla- ran: “yo no creo en los brujos, pero que los hay, los hay”. A la vez, persisten algu- nos mitos en los que mucha gente cree. Está el Caleuche, que es el barco que lleva música y luz a gran velocidad a los som- bríos canales chilotes. Dicen que es po- sible verlo o sentirlo cuando hay mucha niebla. Para observarlo y no ser visto hay que taparse la boca, porque lo primero que siente es el aliento. La gente tiene temor de ser llevada por el Caleuche. El otro gran mito es el delTrauco, un ser que habita los bosques y que deja embara- zadas a las mujeres. Es motivo de broma también y dicen que, cuando no está claro quién es el padre de una criatura por na- cer, se hace referencia al Trauco. DICEN QUE ES LA TIERRA DE TODOS LOS CLIMAS. UNO NUNCA SABE SI LLOVERÁ O SALDRÁ EL SOL. DE HECHO, ES ALGO QUE PUEDE SUCEDER VARIAS VECES EN UN MISMO DÍA.
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